Una fuga invisible que se transformaba en un gasto enorme

Hace unas semanas recibimos el llamado de Paloma Da Costa, quien estaba preocupada porque el gas en su casa se consumía demasiado rápido. Ella y su familia usaban dos cilindros de 45 kg, que normalmente deberían durar dos meses, pero últimamente tenían que comprar un nuevo par cada mes.

La sospecha era clara

Podía tratarse de una fuga de gas.

La inspección

Nuestro equipo se trasladó al domicilio para realizar la inspección correspondiente. Tras una revisión detallada, encontramos el problema: una fuga justo bajo la llave de paso, ubicada bajo el regulador de los cilindros. El origen era un defecto en la soldadura de la llave, un detalle que a simple vista pasaba inadvertido.

Además de esta fuga, entregamos un informe completo con observaciones adicionales para que Paloma contara con una visión clara del estado de su instalación de gas.

La solución

Gracias al informe, Paloma y su esposo pudieron contactar a la constructora responsable de su vivienda —que aún estaba en garantía— y el problema fue reparado sin costo para ellos.

El valor de una inspección

El caso de Paloma refleja una realidad frecuente: muchas veces, los clientes piensan en una inspección como un gasto, cuando en realidad es una inversión.

• Ahorro económico: detener la fuga significó que la familia volvió a consumir gas en el tiempo estimado, evitando gastar de más cada mes.
• Seguridad: el riesgo de una fuga de gas no solo es monetario, también puede convertirse en un peligro para la familia y su hogar.
• Tranquilidad: contar con un informe respaldado por un organismo inspector acreditado ofrece la certeza de que la instalación está bajo control.

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En CRG Ingeniería creemos que cada inspección no solo protege tu seguridad, sino que también cuida tu bolsillo.